Dirección: Ane Jareño; actores y actrices: Jordi Ciurana, Ane Jareño, Ana Palomo, Maria Mandret Abelló y Alejandro Saiz; Dramaturgia: Ana Palomo y Jordi Ciurana.
A nivel artístico, hay que decir que para ser una obra creada por una compañía nueva "recién salida del horno" es muy completa y actual y refleja ciertos aspectos de la sociedad actual. Por una parte, a nivel de guión, se trata de una obra con un argumento bien definido con un inicio y un final claros, con giros argumentales muy interesantes sobretodo hacia el final de la obra además esta está llena de pequeños y grandes momentos de conflicto que mantienen al espectador con los ojos en el escenario de forma continuada. A nivel de escenografía y atrezzo, cabe decir que aunque la escenografía es bastante minimalista resulta efectiva a la hora de crear el ambiente y además potencia la imaginación del espectador. La iluminación y la música, por su parte, también contribuyen a que la historia llegue con mayor impresión al espectador. La iluminación era, relativamente sencilla pero estaba gestionada de tal manera que contribuía en la creación del clima deseado en cada momento, los colores de los focos y la situación de los mismos no solo contribuían ha destacar la acción de los personajes sino que en ciertas ocasiones ayudaban a emfatizar la emoción que vivían en ese momento. Respecto a la música, esta solo se utilizaba en momentos determinados del montaje escénico como: la banda sonora del programa, en los momentos de la fiesta donde utilizaban clásicos de la música de los 80 y 90 y también música más electrónica y un momento más íntimo de voz cantada con guitarra por parte de uno de los personajes. Respecto al vestuario y la caracterización, el hecho de que fueran todos con la camiseta del mismo color ayudaba a comprender la unidad que debía haber entre los concursantes para poder ganar el programa, esa vestimenta reflejaba ese intento de espíritu de equipo, por el contrario algunos elementos de peluquería y caraterización contribuían a dar ciertos toques de personalidad a cada uno de los personajes, toques como: el hecho de llevar dos moñitos pequeños y el resto de pelo liso en el caso de "Carla", la coleta y la faldita de "Natália", las gafar negras de "Blanca"o la camisa a cuadros de Quim. Finalmente, en referencia a la interpretación, los personajes estaban muy bien concebidos tanto a nivel dramatúrgico cómo a nivel interpretativo, cada actor/ actriz explotaba al máximo a su personaje y jugaba con las emociones que este experimentaba lo cúal contribuye a que las relaciones que se establecen entre ellos sean muy potentes en escena y traspasen al espectador. Sin embargo, también han habido algunos pequeños problemillas que hacían que en momentos concretos el público se perdiera alguna escena trascendental, como el hecho de que en algún momento se distribuían en el escenario, de forma, que sin querer se tapaban los unos a los otros y por eso costaba entender la acción de cada uno de ellos y alguna pequeña equivocación en el texto, pero muy pequeña. A pesar de estas pequeñas fallas la interpretación tanto a nivel colectivo como individual ha sido muy buena: la frescura e inocencia con la que Ane Jareño ha interpretado el personaje de " Carla", la franqueza y naturalidad aportadas por Maria Mandret Abelló al personaje de "Natalia",el caracter fuerte y algo violento con el que Jordi Ciurana encarna a "Quim", la sensatez y endereza con la que Ana Palomo interpreta a "Blanca" y la nobleza y la pasión por los datos de Internet de "Juanra" interpretado por Alejandro Saiz.
Para finalizar esta crítica, desde una perspectiva más pedagógica que es la que nos ocupa principalmente en este bloc, esta obra trata un tema muy presente en la actualidad, que es la frivolidad y la impersonalidad con la que los denominados "Reallity shows" tratan a las personas participantes y las relaciones interpersonales que se establecen entre ellas, y las cosas que son capaces de hacer desde producción para conseguir audiencia. A través de esta obra se ve como desde la producción de los "Reallity shows" se crean pruebas que ponen a los y las concursantes los unos a los otros para crear conflictos, generar morbo y a su vez augmentar la audiencia, ya que desgraciadamente parece que es el morbo lo que mueve principalmente a los espectadores a seguir este tipo de programas. Dentro de esta obra también se evidencia el distanciamiento de la realidad de las personas participantes en este tipo de programa. Finalmente, a nivel más sociológico también podemos observar la figura del youtuber y su necesidad constante de publicar vídeos y estar en contacto con sus seguidores, en este caso a través del personaje de "Carla".
Publicado por: Verónica Mallor
